Un año sin ti y parece que todo sigue igual. La misma vida, la misma rutina, los mismos silencios, pero han pasado 365 días y muchas primeras veces sin ti.
Un año sin ti de primeras veces
Cuando empieza un año nuevo y te propones mil propósitos que sabes que no cumplirás, un año parece un plazo razonable lo suficientemente lejano para alcanzar esas metas. No nos engañemos, la experiencia nos ha demostrado mil veces que un año pasa volando y eso es lo que me ha pasado una vez más.
No nos engañemos, un año pasa volando
12 meses de primeras Navidades, cumpleaños y santos sin ti. No han cambiado mucho, salvo que ahora mi primer pensamiento en esos días eres tú.
Sin novedades en el frente
No sé si nos sigues como si estuvieras leyendo uno de tus libros en el sofá, pero no hay muchas novedades por aquí abajo. Siguen las mismas distancias y silencios, cada uno resguardado en su propia madriguera.
Es absurdo, pero mis rituales me mantienen unida a ti
Por mi parte, además de tus recuerdos que se asoman cuando quieren y sin venir a cuento, voy incorporando mis pequeños rituales que de alguna forma absurda me mantienen unida a ti. Los números que juego en la lotería, los resguardos que contienen un capicúa, la «muna» que llevo en el bolsillo para dársela a otros, las libretas inmaculadas llenas de cuentas, tu alianza…
El día 366
Y aunque hoy sea la última primera vez desde el día que te fuiste, mañana cuando llegue el día 366, seguirás igual de presente que ayer, aunque eso ya lo sabes.
No somos en esta familia de exteriorizar lo que sentimos, así que siempre pienso que es mejor escribirlo, especialmente si la persona ya no está para escuchar todo lo que nos hubiera gustado decirle.
No me acordé de comprar almendras, pero mi copa hoy de vino tinto va por ti yayo.
Alba m encantan tus escritos xq m descubren una parte d ti q no llegue a conocer.en fin tu abuelo seguro q esta orgullosisimo d la mujer en la q t has convertido.sigue recordandolo en los pequeños detalles porque asi nunca se ira de tu lado
Muchas gracias María por tus palabras. Espero que esté dónde esté siga viéndome por un agujerito.
Tienes razón lo recuerdos surgen cuando surgen, no tienen ni momento ni lugar simplemente afloran, aparecen cuando menos te lo esperas, un olor un sabor. O simplemente como bien dices una copa de vino con o sin almendras.
¡A su salud!
[…] en silencios, como las despedidas silenciosas que se van sin hacer el más mínimo […]