Un día en Asakusa y Odaiba
Después de descubrir las primeras luces nocturnas de Tokio, toca visitar Asakusa y Odaiba para vivir en primera persona el lado más tradicional de la ciudad y el más «robótico». Todo un día de contrastes para estas Historias de Tokio.
Templo y tradición en Asakusa
Este día si la liamos parda en el metro de Shinjuku. Era como una caja mágica donde cada vez que entrabas por un sitio distinto acababas en una zona que nada tenía que ver con la estación que estabas buscando. Después de muchas vueltas y entradas y salidas, pudimos dar con el metro que nos llevara hasta Asakusa.
El objetivo principal de esta visita era conocer el famoso templo Senso-ji, el más antiguo de Tokio y dedicado a la religión budista, y pasear por la calle principal Nakamise, pero hay muchas cosas para ver y hacer en Asakusa.
- Comprar todo tipo de souvenirs tradicionales en la calle Nakamise, que es la que va desde la puerta Kaminarimon hasta el templo. En esta calle ya te vuelves loca con todo lo que puedes comprar, especialmente los amuletos.
- Alquilar un kimono y disfrutar del día como una auténtica japonesa.
- Pasear por Asakusa en un Rickshaw. Tenía muchas ganas de probar la experiencia, pero después de hacerla, tengo que admitir que no me merece la pena la duración del trayecto por el precio que tienes que pagar.
- Visitar el templo Senso-ji y hacer el ritual de entrada. Yo es que me vuelvo loca con todo lo que sea rituales y amuletos de la suerte.
- Ver estos dos edificios únicos: la Asahi Beer Tower y el Asahi Beer Hall, conocido especialmente por su escultura Flamme d’Or, una llama dorada obra del diseñador Philippe Starck.
Crucero de Asakusa a Odaiba
Después de pasar toda la mañana por Asakusa y comer por allí fuimos al muelle que está cerca del puente Azuma para coger uno de los cruceros que te llevan hasta la isla artificial de Odaiba.
Ya sólo el paseo por el río Sumida merece la pena, pero en el punto de destino nos esperaba desde una estatua de la libertad hasta el Gundam a tamaño real.
Si te preguntas qué hacer en Odaiba, aquí te dejo unas cuantas ideas:
- Visitar alguno de los centros comerciales que hay en la isla como el Venus Forte, que replica una ciudad italiana o el DiverCity Plaza.
- Tomarte mil fotos con el Gundam de tamaño real.
- Creer que estás en Nueva York al ver la réplica de la Estatua de la Libertad.
- Ver cómo se ilumina el Rainbow bridge.
- Volver en Yorikamome, un tren sin conductor.
Fue sin duda uno de los días más completos durante mi semana en Tokio y no sabría con qué momento quedarme. ¿Y a tí? ¿Qué es lo que más te llama la atención de Asakusa y Odaiba?