Una se levanta un día y se da cuenta que está de vuelta en la Uni. No, no me he vuelto loca. Diez años después y tan sólo por unos días, he vuelto a la Universidad y la experiencia ha sido muy diferente a los recuerdos que tengo almacenados en la memoria.
De vuelta en la Uni. Recuerdos
Podría decir que ha sido el idioma o el estar en otro país, pero la verdad es que 10 años dan para mucho y una etapa como la Universidad no se vive igual con 18 años que pasados los 30.
Con 18 años no sabes nada de la vida por muy mayor que te creas. Es una época de muchas primeras veces y la libertad de estar fuera de casa se usa para cometer mil estúpidos errores y para vivirla al máximo.
Los interminables viajes en el autobús circular (si lo admito nunca he sido de bicicletas), los turnos de mañana y tarde, las charlas en cafetería, los trabajos en grupo, las clases soporíferas, las prácticas de los últimos años, Erasmus, la primera vez con una cámara de video en tus manos, mil fotocopias de apuntes, los temidos exámenes, las segundas convocatorias, los jueves de fiestas, el amor por la radio, el viaje de fin de carrera, la dura realidad que te acecha cuando ya estás casi en la meta… Nada de eso se vuelve a vivir con la misma intensidad ni con los mismos compañeros.
Estos días me he acordado sobre todo de ellas.
Ellas
Porque estos días me he acordado sobre todo de ellas. Las que me enseñaron a tomarse las cosas con calma, a que los descansos para el cigarrito son sagrados (aunque yo no fume) al igual que el café. Con ellas conocí nuevos pueblos de nuestra geografía andaluza y lo que es de verdad ser una mujer luchadora. Aprendí que hay quererse mucho y no esconderse en ningún armario y que una puede reinventarse las veces que haga falta.
Nada de eso se vuelve a vivir con la misma intensidad ni con los mismos compañeros.
Sé que siempre estaré pegada a algún libro y quién sabe si visite de nuevo alguna Universidad, pero lo que sí sé es que aquellos años no volverán nunca a repetirse.
A mi lo que evoca, el tiempo que no aproveche al máximo, enseñanzas que deje pasar, y trenes que deje pasar por la España que era en aquel momento, yo le llamo mi teoría de los algoritmos, si hubiera cogido este camino en vez de otro, o ese otro en vez de aquel.
Para eso no tenemos respuesta, así que mejor pensar en lo que tenemos ahora y en el camino que podemos disfrutar.
Sin duda una etapa más de la dura carrera de fondo que supone la vida. Una etapa que fue más fácil estando contigo. Aún recuerdo el primer día sentadas en la banca hablando con las niñas para hacer amigas… amigas que recorren toda la geografía andaluza, desde Ayamonte hasta Arcos, pasando por Los Palacios y Utrera. Sin duda una etapa que marcó un antes y después en mi vida, no tanto por lo laboral como por lo personal. De esa etapa aprendí que no hay que tener miedo a ser quien eres. Gracias por aceptarlo sin problema alguno, gracias por hacerme valiente.
Gracias a ti por ser cómo eres. Es un orgullo ver cómo has plantado cara a la vida para hacer lo que de verdad quieres. Y esos recuerdos no nos lo quita nadie!!!
Aprendimos juntas muchas cosas que han marcado nuestras vidas de una u otra manera. Fueron años que jamás podremos olvidar, compartimos risas, llantos, nervios, secretos, enfados. Y, aunque la distancia hace que no nos podamos ver, sé que os tendré siempre como amigas.
Espero que algún día podamos hacer una quedada las niñas de la Uni.
Una etapa que marcó un antes y un después en nuestras vidas y que nos dio la oportunidad de conocer a personas como todas vosotras. Volvería a repetir una y mil veces más esos días, con lo bueno y con lo malo, pero nunca sin vuestra compañía.
Creo reconocerme en una de ellas como tu escribes al igual que tu lo fuiste para mi.gracias a esos 5 años porque me dio la oportunidad d adquirir unos conocimientos que aunque no puedo ejercer si me proporciono vivenciaa personales que perdurara para siempre.gracias por todo por mil momentos mas con vosotras y porque es bueno saber que cerca o lejos siempre puedo contar con vosotras