Después de muchas horas, esfuerzo y dedicación por fin tienes tu colección de relatos escritos y ahora te preguntas: ¿Cómo publico mis relatos?
Si ya has superado la crisis de tirarlos directamente a la basura, has conseguido crear un libro de relatos con un hilo conductor e incluso ya han pasado por un corrector profesional, ha llegado el momento de decidir cuál va a ser el siguiente paso para tus escritos.
Hoy te presento cinco opciones que dan respuesta a tu pregunta cómo publico mis relatos, y no todas tienen que ser necesariamente un libro.
Sigue leyendo.
Opción 1. Los concursos literarios de relatos
Soy una enamorada de los concursos de relatos y por eso te los presento como la primera opción. Es una oportunidad perfecta para dejarlos ir sin renunciar aún a tu anonimato. Hoy en día hay muchísimos, desde locales hasta de nivel internacional y algunos tienen como premio la publicación de los relatos en antologías o en tu propio libro si es una recopilación.
Eso sí, no vale desanimarse si no se gana ninguno. Esto es el primer paso para soltarse el pelo y divertirse, si vas a estar en la fiesta sin atreverte a salir a bailar, quizás no sea la mejor opción para ti.
Te dejo este enlace para buscar convocatorias de concursos literarios de habla hispana y de todos los géneros.
Opción 2. Revistas literarias para publicar relatos
Si aún no tienes una colección de relatos, pero quieres probar con alguno de ellos y verlos impresos o leerlos a través de una pantalla de ordenador, esta alternativa puede funcionar.
Haz un listado de todas las revistas literarias que admiten relatos y envía el tuyo. ¡SUPER IMPORTANTE! Haz caso a todos los requisitos, si no será un esfuerzo inútil. Y al igual que con los concursos, no te desesperes. Cada revista tiene su línea editorial y estilo, y no siempre tus escritos van a encajar en ellos.
Dos consejos que sirven tanto para concursos como para presentar tus relatos a publicaciones son:
- Cuida mucho el inicio, por culpa de él puede que nunca lleguen a leer el texto completo. Ten en cuenta que reciben muchas historias y hay que economizar el tiempo.
- Revisa y revisa hasta que no queden faltas de ningún tipo.
Si no conoces ninguna, el artículo de David Generoso es un buen punto de partida.
Opción 3. Antologías de relatos
La alternativa perfecta si quieres ver tu relato en un libro, pero aún no te ves escribiendo una colección completa. Hay muchas asociaciones y otro tipo de entidades que convocan concursos de relatos para sacar antologías con los mejores textos. Mi favorita son las solidarias, porque además de ver tu historia en papel rodeada de otras historias increíbles, están colaborando con una buena causa, ya que lo que se recauda con las ventas va destinado a algún tipo de ONG.
Incluso si eres de las personas a las que les gusta emprender, puedes crear tu propia convocatoria y materializar una antología con los mejores relatos participantes.
Si te animas, no necesitas ninguna editorial, Amazon, por ejemplo, te permite crearla y venderla con ellos.
Opción 4. Presentarlo a editoriales
Si confías en la calidad de tus relatos y crees que pueden encajar con algún sello editorial, te animo a que lo intentes.
No son muchas las editoriales que apuestan por el relato, pero las hay. Si estás dispuesto a trabajar tu propuesta editorial, investigar concienzudamente el mercado y no tienes prisa, ¡adelante!
Este artículo de David sobre editoriales de relatos, tiene ya cuatro años y seguramente habrá que actualizarlo, pero te lo dejo aquí, por si te sirve de ayuda.
Opción 5. Autopublicar
Más o menos necesitas las mismas cualidades que con la opción anterior, con la diferencia de que no necesitas que nadie te diga que tus relatos son lo suficientemente buenos o encajan con ellos para publicar.
Solo con esta opción podría escribir varios artículos, por eso te dejo con alguna de las cosas que aprendí cuando me lancé a autopublicar Apericuentos.
Y ahora que conoces estas cinco opciones, ¿tienes más claro cómo publico relatos?
Muy bueno Alba, me ha recordado varios puntos a tener en cuenta.
¡Muchas gracias! Me alegro que te haya servido.