¿Quién no ha comido alguna vez una manzana de caramelo? El apericuento Las manzanas de caramelo nos transporta a un momento donde los sabores se mezclan trayendo consigo un poco de confusión, porque en la vida hay muchos momentos donde la noche o el día nos confunde con sus experiencias a veces un tanto extrañas.
«Llevaba más de media hora esperándolo cuando asumí que no iba a venir. Allí estaba yo guapísima estrenando mi traje de flamenca en la portada principal de la Feria, un domingo Rociero.
Me sentía furiosa, impaciente pero también un poco desconcertada. Todas las señales indicaban que yo le gustaba. Fue él el que quiso salir conmigo. Quería matarlo pero a la vez me moría de ganas de que apareciera con alguna excusa creíble para disfrutar de un día que traía consigo muchas esperanzas. Tal vez le había pasado algo. O tal vez era un plantón en toda regla. Aunque apareciera, mi dignidad me gritaba que no podía seguir esperándolo. Y el resto de mis amigas aún tardarían horas en llegar a pisar el recinto. Mis opciones se limitaban a seguir esperando o irme a casa. Pero no me apetecía ninguna de las dos.
Mientras movía sin gracia mi nuevo abanico empecé a pasear sin rumbo fijo con un cabreo encima que iba aumentando por segundos. Mis tripas empezaron a sonar. Podría haberme comprado un trozo de coco, pero sin saber por qué se me antojó una manzana de caramelo, supongo que porque hacían juego con mi traje rojo. Me paré delante del primer puesto que las vendía y me compré una.
Era la primera vez que la probaba, una mezcla de dulzor y acidez. Demasiado pegajoso. Umm.. No, no me ha gustado esta experiencia de sabores, como tampoco me ha gustado mi primer plantón. Definitivamente, debería haberme quedado con el coco».
Si te ha gustado el apericuento Las manzanas de caramelo deja algún comentario o comparte una primera experiencia que no te haya gustado nada de nada.
Jajjajaja tengo un amor/odio con las manzanas de caramelo. Se ven suculentas y brillantes listas para darle un mordisco gigante. Pero cuando la comes, se desinflan esa expectativas, no las soporto.
Me encantó tu aperi cuento 😃
¡Muchas gracias, Ama!